24 jun 2011

El dolor y la cura en la soledad de ser diferente (por Maria)




“No te sientas esclavo, ni aún esclavo
No te sientas vencido, ni aún vencido”


Nació solo. Desconocido por su padre y aborrecido por su madre, quien al ver su aspecto prefirió la dureza de ser  árbol, que acogerlo entre sus brazos. Así vagó el Centauro Quirón, único en el mundo,  y dedicó su soledad a la grandeza. Estudió las estrellas, buscando los designios del Cielo. Se abocó a la medicina para remediar los dolores ajenos. Fue arquero y fue artista de sí mismo. Diferente al resto, paria de su especie: libre en su espíritu. Por eso se convirtió en Maestro de Maestros, y en el primer Héroe de la mitología griega. Los dioses y los reyes se acercaban a él para aprender y pedir consuelo. Le dejaban sus hijos para que fueran educados por él y transformados en grandes reyes y guerreros… Y fueron en realidad, sus heridas las que lo convirtieron en el gran sanador.

Así nos sentimos a veces, tan solos por ser diferentes. Es sabido que la sociedad acoge con alegría a los iguales, y discrimina con desconfianza a quienes buscan más allá de las estrellas.

El desprecio, la murmuración,  el secreto sufrimiento de aceptarse y crecer interiormente sabiéndose llamados a ser diferentes, nos lleva por el duro camino de la excelencia y de la grandeza de espíritu. No tenemos el consuelo de ser comprendidos o aceptados, admirados o aplaudidos. Más aún: tal vez seamos objeto del escarnio y de vergüenza. ¡Tantos otros  lo fueron también! … Jesús, Gandhi, Mandela…, los que lucharon por sus derechos, por la igualdad, para cambiar los sistemas injustos, y quizá terminaron presos, insultados y llevados hasta la muerte.

Esa es la autoridad moral del Hierofante: el arcano número Cinco une la dualidad (el dos) en la perfección de la síntesis (el tres). Puede sanar almas porque fue herido de muerte. Puede guiar porque solo y perdido encontró el camino. Puede comprender porque no fue comprendido. Puede compadecer porque nunca tuvo amor. Él es el verdadero líder espiritual. En el dolor de lo incomprensible y no merecido, somos el Hierofante, y como él, llamados a la plenitud.

Si aprendemos que son nuestras diferencias las que nos hacen únicos y nuestro dolor guerreros, que la injusticia  nos hace justos y la soledad nos fortalece, sentimos el llamado a ser Hierofantes.

Imagina que no hay países 
no es difícil de hacer 
nada por que matar o morir 
ni tampoco religión 
imagina a toda la gente 
viviendo la vida en paz... 

Imagina nada de posesiones 
me pregunto si puedes 
ninguna necesidad de avaricia o ansias 
una hermandad de hombres 
imagina a toda la gente 
compartiendo todo el mundo... 

Puedes decir que soy un soñador 
pero no soy el único 
espero que algún día te nos unas 
y el mundo vivirá como uno.

Ahora imagina este aviso: “SE NECESITAN HIEROFANTES”…

¿Alguna vez te sentiste diferente al resto? ¿Sentiste el desprecio o el desamor por ello? ¿Intentas cambiar el mundo comenzando por ti mismo?

Si a alguna de las respuestas respondiste sí, ya escuchaste el llamado de este Arcano.