15 jul 2012

La lectura de Tarot como camino de autoconocimiento



La lectura del Tarot es una oportunidad para ser sincero con uno mismo, desnudarse frente a la puerta que da a todas las dimensiones del presente absoluto. Es un momento de descubrimiento y movimiento, en donde nos encontramos con todo el espectro de nuestro ser en un momento en  que es posible parar el tiempo: necesitamos detenerlo todo y activarlo todo. Podemos ver el antes y el después mediante la pincelada que el Universo de nuestra propia creación, nos permite para el el descubrimiento más íntimo.
 En el momento de realizar una lectura de Tarot, se unen dos energías hacia un fin común. Se ha realizado el reconocimiento de que se tiene un problema, el consultante está dispuesto a colocar su conflicto más allá de sí mismo para comprender. Es ese instante  se formula la pregunta, y es el sí mismo o el Yo Superior de la persona que pregunta, el que elige ver las respuestas a lo que le sucede. El Tarotista solamente traduce desde un lugar imparcial lo que debe saberse. Se ha producido un hecho sincrónico: en ese instante, bajo estas determinadas circunstancias, dos almas se unen para visualizar lo que ocurre en la vida de la persona que pregunta, por qué ocurre y qué se debe aprender de esta situación.
Usado desde esta perspectiva, la lectura de Tarot es un instrumento que nos clarifica, nos “afina” nos coloca en el presente exacto y continuo de nuestro aprendizaje de una manera clara que se dirige desde lo más alto hacia nuestro interior. Es un espejo de nuestra realidad interior. Nos permite darnos cuenta que en todo lo que nos rodea, en todos nuestros actos y en los ajenos, hay un profundo significado espiritual. Podemos entender por qué las cosas son como son, por qué llegamos hasta este punto y hacia dónde debemos dirigirnos. Nos quedamos frente al resultado del libre albedrío de nuestro ser más íntimo.  
El Tarotista, entonces,  no es un “adivino”, no le interesan los hechos pasados de las personas o lo que les sucede a quienes no están presentes en este momento: es un guía que ilumina con su candil el camino del consultante y le muestra en qué lugar se encuentra y las posibles rutas a seguir. Y la persona que va a la lectura, debe estar consciente de que este es un momento de claridad indispensable para saber el significado de este momento y de su vida.
Una lectura de Tarot es un momento de profunda meditación y conexión con nuestro compromiso como seres completos, es un instante único para estar con nosotros mismos y encontrar las respuestas que no podemos alcanzar por otros medios. Por esto, el Tarotista debe tener un compromiso con su propia vida, debe saber desapegarse de sus prejuicios, ideas personales y ser un guía impecable, sin permitir que el Otro que tiene frente suyo, se corra de su propio eje, busque la causa de sus problemas en otros o desconozca que el proceso de crecimiento es sólo posible con una clara visión de sí mismo.
En el estudio y la lectura del Tarot se produce un diálogo sincero entre la intención y acción, los verdaderos sentimientos y las estructuras  para disponernos a tomar en nuestras manos nuestra misión en la existencia mediante los actos del presente.
El Tarot es una Llave. La puerta se abrirá sólo si estás dispuesto a conocerte.