LA EDAD DORADA
La sucesión de los años nos preocupa: porque sentimos que perdemos juventud, lozanía, oportunidades… Nos cuestionamos acerca de los objetivos que nos habíamos impuesto y no hemos logrado, o lo que esperábamos de esos objetivos y una vez logrados no los sentimos tan importantes.
En realidad, la llegada a los 40 años es una gran oportunidad. En las escuelas de sabiduría antigua no se permitía el ingreso de ningún discípulo hasta que cumpliera los 40. Sólo a partir de esa edad se los consideraba capaces de realizar un verdadero camino interno.
El número 4 significa la oportunidad de concretar. El 40 nos muestra una concreción más allá de lo material, la oportunidad de completarse, el momento de saber quién soy y qué quiero de la vida. Es por esto que a esta edad suelen sobrevenir acontecimientos muy fuertes, pérdidas o cambios muy importantes. Estos hechos son trascendentales para que nos podamos resolver internamente y alcancemos la estabilidad interna más allá de la externa, más allá de las circunstancias.
Por eso la llegada de los años a partir de esta edad, debería celebrarse como una oportunidad de madurez, de poder realizar los sueños que no pudimos cumplir, poder hacer lo que sentimos sin traicionar a nuestro interior. ¡Qué diferente viviríamos esta nueva etapa si pudiéramos sentir que cada año que pasa es un escalón hacia nuestra libertad interior y nuestro autodescubrimiento! Aquí es tiempo de conseguir nuestra belleza interior, de sacar nuestras arrugas del alma, de bajar todos esos kilos de obligaciones, prejuicios y estructuras internas que fueron necesarias en un momento, y que ya no lo son.
Cuanto más se haya trabajado en uno mismo, más fortaleza tendremos para abordar esta nueva etapa de siembra y podremos mirarnos en el espejo de la vida y darnos cuenta de todo lo que hicimos, de todos los miedos que hemos vencido, de lo valientes y valiosos que somos, y atrevernos a ser jóvenes en nuestro corazón. Podemos empezar a aprender a ser libres.
Es la mejor etapa para comenzar a realizar proyectos que nos lleven a crecer, que nos hagan sentir plenos y felices, que nos ayuden a comprender el mensaje que la Vida tiene para nosotros, para respondernos todas aquellas preguntas que dejamos olvidadas y hoy empiezan a ser tan importantes.
Recuerda que: “No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna”. (Ghandi)
LA LLAVE
Espacio interdisciplinario de autodescubrimiento
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