LA LLAVE: TALLER DE MANDALAS
El Mandala de la Flor Infinita
Temáticas del Taller:
Los mandalas y la autocuración.
Mandalas y la conexión con nuestro interior
Silencio y percepción desde todos los sentidos
Búsqueda del equilibrio con la belleza del Universo
“Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia fuera, sueña, y quien mira hacia dentro despierta” Carl Jung
Nuestros talleres de Mandalas:
En nuestro taller trabajaremos el Mandala en forma holística: desde lo creativo, vivencial, los sueños, los símbolos, las formas, nuestra relación con el cuerpo y el sonido.
Algo más sobre los mandalas:
Carl Jung fue el primero que utilizó los mandalas en terapia con el objetivo de que sus pacientes alcanzaran el equilibrio en la búsqueda individual.
Los estudios de Jung sobre el simbolismo del Mandala, realizados gracias a la colaboración de su amigo Richard Wilhelm ( sinólogo, teólogo y misionero alemán, traductor del I Ching y de muchos trabajos de filosofía del chino al alemán ) lo llevaron a realizar sus propios mandalas y definirlos como “la expresión psicológica de la totalidad del ser”. El poder curativo del mandala reside en su actuar sobre la psiquis buscando el punto central, nuestro propio centro, y conciliar la esfera consciente con el dominio inconsciente mediante los símbolos.
El poder curativo del mandala:
El poder curativo del mandala reside en su actuar sobre la psiquis, que a través del trabajo con el mandala, busca el punto central, nuestro propio centro, y concilia a través de los símbolos, lo consciente con el inconsciente, equilibrándonos.
Para Jung, la producción de símbolos mandálicos lograba alcanzar para el sujeto la unidad simbólica, siendo más eficaz que el proceso mismo del análisis.
Orígenes:
El Mandala tiene sus orígenes en la Kábbalah, en el Janismo, Tantrismo, Hinduismo, Budismo y Lamanismo.
Su nombre es traducido como “Círculo sagrado” o el Centro de los alrededores” si lo tomamos literalmente del tibetano. Los mandalas de arena del Tíbet, son elaborados por los Lamas, y una vez finalizados, se elige una persona del pueblo que padezca alguna enfermedad y se la coloca en el centro del mandala, el cual es desarmado totalmente para cubrir al enfermo para su curación.
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