Parece evidente que el poder del amor es para ella más querido que el amor al poder.
Arcano Mayor n° 3: LA EMPERATRIZ
La emperatriz viene a traer al mundo cosas nuevas, la pasión por la pasión. Ella siempre camina en terreno fértil, e indiscutiblemente se siente viva y confiada de la abundancia infinita. Su fuerza vital, su belleza y su capacidad de expresión, nos trae el sentir de la vida.
Una de sus funciones principales es conectar la energía del yin y del yang y así darle al mundo la experiencia de los sentidos.
Ella trae la semilla de donde al fin saldrá el conocimiento trascendental para que el espíritu y la carne, lo de adentro y lo de afuera, puedan ser experimentados como un solo mundo. Un mundo donde la fuerza unificadora genere la conexión entre el cielo y la tierra, el espíritu y el cuerpo. Los opuestos se aúnan hasta que algo completamente nuevo (pero que incluya a los dos) pueda nacer.
La Emperatriz es al arcano mayor n° 3 en el camino del héroe. Le corresponde la letra hebrea Dalet que significa “la puerta”.
Pitágoras decía que el tres es el primer número real, porque el 1 y el 2 son solamente esencia, no corresponden a una figura geométrica. Es por eso que no tienen ninguna realidad física, la realidad tangible es la experiencia humana. Ella es la base del triángulo, el comienzo de la realización. Está regida por el planeta Venus, la belleza y el amor.
La emperatriz, es maternidad, amor y dulzura, representa la sexualidad, la pasión, la emoción y la mujer amante. Puede aparecer en el rol de malvada, mujer fatal, hembra exasperante, madre devoradora, o como la madrastra de los cuentos. Ella encarna estos roles, dando y recibiendo la experiencia sin imponer control del sentimiento, ya que no sigue un desarrollo racional. Siempre es grandiosa y magnífica, llevándonos a vivenciar completamente el mundo exterior.
Existe un sentido muy profundo que la Emperatriz nos muestra: es en su aspecto más puro y elevado en el que hace fluir el poder del amor. Su sentido arquetípico más básico…
La Emperatriz nos enfrenta al miedo a la muerte, al miedo a la vida, nos hace entender que una sugiere a la otra y que no pueden ser partes separadas. Cada vez que algo nace algo muere, este es un proceso indiscutible en cualquier evento creativo que se manifieste. No podemos amar a la vida, si no podemos comprender a la muerte, no podemos comprender a la muerte si no amamos a la vida. La Emperatriz, comprende esto en su sentir más profundo, fluye y no se detiene, no sostiene.
Ella elige el amor en su forma más pura: Soltar...
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