La entropía es “una propiedad intrínseca de la materia caracterizada porque su valor se incrementa al crecer la ineficacia de la energía total del sistema”.
También puede resumirse (según Joaquín Rojas Diéguez) como : una medida del desorden de un sistema.
Seguramente se preguntarán ¿Qué tengo que ver yo con la entropía”… Si releemos su definición, y nos basamos en su etimología (La palabra entropía procede del griego (ἐντροπία) y significa evolución o transformación) Entonces … nuestra vida tiene mucho que ver con la entropía.
Más allá de ser una ley que se aplica básicamente a la termodinámica, es una ley que se aplica a nuestras experiencias. De alguna manera nos explica cómo salimos adelante cuando tocamos fondo. Nos explica cómo encontrar la paz, en el desorden o la incomprensión de lo que nos pasa.
Tal vez, podríamos decir que la entropía es la que nos permite encontrar el equilibrio en medio del caos. Lo más interesante es que la entropía es una ley que“no puede utilizarse para producir trabajo ”, porque es la que determina el cambio en el momento en que nada puede hacerse, o la que determina la quietud cuando todo puede hacerse.
En otras palabras, el cambio no siempre está ligado al “trabajo” externo. Más bien está ligado a la búsqueda de la Templanza.
En el Tarot, la Templanza es llamada “El Arte”, en el sentido del arte de encontrarse y hacerse a uno mismo desde lo que se tiene, para lograr lo más exquisito.
Si lo vemos desde el afuera, ¡cuántas veces nos hemos admirado de los que hicieron a partir de la nada… de la pobreza, el dolor, la enfermedad, la soledad, o del desapego!.
Si lo vemos desde nuestra vida, sería el momento de admirarnos cuando en medio de una gran crisis o una gran pérdida, encontramos lo mejor de nosotros mismos, y entendemos que es posible seguir adelante, y nos admiramos de nuestro valor. ¿Has podido verte como en un espejo, y valorarte por lo que has logrado desde tus experiencias más dolorosas?
En síntesis, para lo espiritual, la entropía sería la decisión de seguir adelante desde un lugar más alto.
Para los que están ligados a la educación, un término similar que se conoce, es el de resiliencia. Este término viene del latín y significa “volver hacia atrás, volver saltando”. Aunque el término no nos parezca familiar, vemos la resiliencia en muchos grandes hombres y mujeres: Mozart, Leonardo da Vinci, San Francisco de Asís, y así infinitamente. La resiliencia es la cualidad que permite hacer del sufrimiento personal, un verdadero aprendizaje y un desafío. La resiliencia es renacer de las propias cenizas.
Veamos todo lo dicho desde un punto enaltecedor: cada uno de los problemas que enfrentamos en nuestra vida, cada uno de los fracasos, cada experiencia del pasado que ha sido dolorosa, ha sido creada exquisitamente, sabiamente, para que logremos ser lo más excelso, lo más perfecto: para que seamos un ejemplo de fortaleza.
Entropía, o la búsqueda del equilibrio, resiliencia, o el salto hacia más allá de lo pasado, nos convierte en artistas de nosotros mismos, en guerreros del espíritu, en verdaderas personas completas que no estamos dispuestas a desperdiciar ni un segundo de nuestra vida. Estamos siempre dispuestas a crecer, a disfrutar, a ver, a saber, a profundizar, a encontrarnos a nosotros mismos, a pesar de los obstáculos...gracias a ellos...
En palabras de Amado Nervo, cada uno de nosotros puede ser: “ Artifex vitae sui” o Artesano de la vida, Artesano de sí mismo…
Y tal vez, como él, podamos decirnos algún día…
En paz…
O tal vez más: tal vez nos hayamos encontrado a nosotros mismos. Eso es el significado profundo de la Alquimia.
O tal vez más: tal vez nos hayamos encontrado a nosotros mismos. Eso es el significado profundo de la Alquimia.
"Aunque nada pueda devolver
el esplendor del césped
o la gloria de una flor
no vamos a sufrir,
mas bien buscaremos fuerzas
en lo que tenemos"
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